Pecco Bagnaia se adjudicó en Silverstone su cuarta victoria del curso, un triunfo que no se veía a venir y que, combinada con el resto de resultados, deja le gresca por el Mundial prácticamente igual que estaba.
El italiano de Ducati volvió de las vacaciones de la misma forma en que se fue, ganando. A pesar del acoso al que le sometió Maverick Viñales en las últimas vueltas, el turinés se las apañó para mantener detrás al catalán, que sumó su segundo podio consecutivo y firmó su mejor domingo enfundado en el mono de Aprilia.
Jack Miller completó un podio tremendamente ajustado, con solo seis décimas de margen entre el vencedor y el tercero. Enea Bastianini fue fiel a su estilo y progresó de menos a más, hasta cruzar la meta el cuarto, tras superar en el último giro a Jorge Martín (quinto), con quien se juega su promoción a la escudería oficial de Ducati.
La sexta posición se la llevó Miguel Oliveira, el primero de entre los corredores de KTM, que cruzó la meta por delante de Alex Rins, séptimo a pesar de comandar el pelotón durante varios giros.
Fabio Quartararo, el actual campeón, optó por la especificación más blanda de la goma delantera y esa elección la pasó más factura que el rodeo (long lap) que tuvo que llevar a cabo en la cuarta vuelta. El francés finalizó el octavo, inmediatamente delante de Aleix Espargaró (noveno), que solo perdió un punto respecto del Diablo en la gresca por la corona.
Marco Bezzecchi, décimo a 6,6 segundos de Bagnaia, cerró el segundo top ten más apretado de la historia –tras el Gran Premio de Losail de 2021–, a la vez que Takaaki Nakagami, 13º, fue el representante de Honda.
Johann Zarco se fue al suelo en la quinta vuelta cuando circulaba líder, el mismo desenlace que sufrió Joan Mir, que rodó por la grava (vuelta 15) cuando rodaba el octavo.