Hamilton gana un alocado GP de Rusia

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Lewis Hamilton aprovechó la lluvia del final de la carrera del GP de Rusia para consumar su victoria número 100 dentro de la Fórmula 1. Sergio Pérez finalizó en el top 10.

Lewis Hamilton y Mercedes jugaron la carta correcta en los giros finales para aprovechar las condiciones de lluvia y sumar una nueva victoria juntos, lo que representó el triunfo número 100 en la Fórmula 1 para el siete veces campeón del mundo en una tarde que el gran perdedor se llamó Lando Norris y McLaren.

El británico había controlado el liderato de gran parte de la carrera, pero un error en la estrategia cuando la lluvia llegó en las ocho vueltas finales lo degradó hasta la séptima posición mientras entregaba sin resistencia el segundo lugar a Max Verstappen y el tercero en manos de Carlos Sainz.

Ferrari vivió su momento de gloria al arranque de la competencia cuando Sainz atacó de inmediato al poleman Lando Norris para arrebatarle el liderato en una largada donde Lewis Hamilton no pudo meterse a los cuatros primeros.

Pero el dominio del español del Cavallino Rampante no duro más allá de las primeras 15 vueltas cuando sus neumáticos medios comenzaron a presentar una mayor degradación respecto a los del competidor de la casa de Woking. El ingreso a boxes del español para colocar el compuesto duro comprometió el resultado en la cima por parte del piloto de la casa de Maranello.

En esa misma distancia de carrera Verstappen aprovechó para meterse a los 10 primeros de la clasificación, luego de haber arrancado desde la parte trasera por cambio de unidad de potencia. Para el giro 25 el neerlandés ya era quinto, por detrás del Alpine de Fernando Alonso y con diversas vueltas rápidas en su poder hasta ese momento.

Con la mitad de distancia recorrida, Norris lideraba por 11 segundos sobre Lewis Hamilton y 13 segundos respecto a Sergio Pérez, tercero de la competencia y que apostó por una estrategia diferente al comenzar con la goma más dura disponible para el fin de semana.

George Russell, Williams, no aguantó el ritmo de los punteros y perdió su tercera plaza cuando tuvo que seguir una estrategia similar a la de Sainz y entrar a los pits antes que el resto del grupo puntero sacándolo de los 10 primeros momentáneamente, pero rescatando un punto al final de la competencia.

Hamilton fue el primero del top tres en ir a los boxes en la vuelta 27, un movimiento que Verstappen copió con ambos pilotos colocando la goma dura. Un giro después fue el turno de Norris de completar lo que debía ser su única detención de carrera.

El siete veces campeón del mundo regresó al circuito en la octava posición, por detrás de Sainz y Pierre Gasly a los que se quitó en menos de cuatro vueltas para ascender al quinto, justo detrás de Norris y a menos de 10 segundos de diferencia.

En la cima, Pérez comandaba el pelotón con seis segundos de ventaja sobre Alonso y nueve ante Charles Leclerc, todos ellos con una estrategia de arranque con e compuesto duro.

Norris sintió la presión de Hamilton y en la vuelta 34 adelantó a Leclerc por la tercera posición para dejar tierra de por medio contra el piloto de Mercedes con una brecha de tres segundos entre ellos.

El liderato del piloto mexicano terminó cuando Red Bull decidió meterlo a pits en la vuelta 37 para colocarle el neumático medio. La parada tuvo un problema en el cambio de la goma trasera derecho para un total de 8.9 segundos que lo sentenció a regresar a quinta posición, por detrás del McLaren de Daniel Ricciardo y presionado por el Alpine de Alonso y Verstappen, ambos a menos de dos segundos de Checo.

Con todos los líderes con su visita a los boxes cumplida Norris recuperó la cima, pero con menos de 2.5 segundos de ventaja sobre Hamilton con Sainz en tercero a 23 segundos del competidor del equipo de Woking.

 

Con 10 vueltas para el final, Pérez adelantó a Ricciardo por el cuarto lugar y se posicionó a tres segundos de Sainz que ya tenía 30 giros con sus neumáticos duros contra nueve de la goma media del mexicano.

El panorama cambió con siete giros para la conclusión cuando la lluvia llegó al circuito. Norris y Hamilton fueron los primeros en sentir los efectos y su diferencia entre ambos se redujo a tres décimas de segundo, pero también sufriendo de una pista resbaladiza que los hacía deslizarse en la trayectoria.

La confusión trajo una disparidad en las estrategias. Ferrari optó por llamar a Sainz para colocarle intermedio con cinco giros restantes en el contador, una estrategia que también siguió Verstappen. En la cima, Hamilton fue el primero en cambiar a llanta para lluvia en el giro 49, esto mientras Norris sacrificaba su paso con el compuesto duro y Pérez luchaba con Alonso por la tercera plaza aún con gomas de seco.

Las condiciones se hicieron inmanejables a tres giros del final. Norris no tenía el control de su McLaren y parecía conducir en hielo, un mismo problema que padecieron Alonso y Pérez con todos ellos perdiendo la posibilidad del podio.

Hamilton avanzó al liderato gracias a su cambio temprano al compuesto intermedio, al igual que Verstappen y Sainz que recibieron su recompensa. El retraso en la decisión de Norris, Pérez y Alonso los condenó fuera de los cinco primeros en una carrera donde podían estar en el podio.