El motociclista chileno es optimista para la competencia que se desarrollará desde el 6 de enero en el Perú, ya que la ruta estará marcada por un terreno que conoce bien.
Pablo Quintanilla se encuentra en la cuenta regresiva para un nuevo Rally Dakar en su carrera, competición en la que consiguió el tercer puesto como mejor resultado en el 2016. Esta vez, el rally será muy diferente ya que se correrá íntegramente en un solo país y el trayecto estará marcado mayormente por las dunas.
«Me preparé bien para llegar en la mejor forma posible a los momentos de máxima exigencia. Voy a correr por primera vez con 78 kilos de peso y me siento muy suelto y ligero sobre la moto. Espero hacer bien mi trabajo y pelear el podio, ese es mi objetivo», expresó el chileno.
El próximo jueves, el nacido en Valparaíso hace 32 años partirá hacia suelo incaico, para ser parte desde el domingo 6 de la largada previo a recorrer las 10 etapas.
«Será una carrera en extremo difícil, sobre todo en la parte física, porque la mayor parte de las especiales irán sobre arena, dunas y con mucho calor, lo que te agota mucho cuando llevas horas corriendo. Pero yo me siento bien en las dunas, me gustan; también la arena, es el tipo de terreno donde me formé como piloto, cuando hacía motocross», aclaró el piloto de Husqvarna, que se clasificó 8º en la edición pasada.