Enea Bastianini estrenó su casillero de victorias en MotoGP en un sorprendente arranque del Mundial, en Losail, donde el italiano llevó a su Ducati al escalón más alto del podio tras leer la carrera a la perfección.
La Bestia, que arrancó el segundo, se mantuvo en todo momento a menos de un segundo de Pol Espargaró, que lideró la prueba la mayor parte del tiempo, hasta el ataque final del italiano, a cuatro vueltas para la bandera de cuadros.
Esta en Qatar se trata de la primera victoria de la escudería Gresini después del acuerdo firmado con Ducati, que de esta forma vuelve a imponerse en un trazado teóricamente favorable. También hablamos de la primera victoria del equipo Gresini desde Elías en Portugal 2006.
Brad Binder cruzó la meta el segundo, después de aprovechar el aturullamiento de Espargaró, que se fue largo al perder el liderato en favor de Bastianini, y que dejó que se le colara el sudafricano de KTM.
El menor de los hermanos de Granollers (Barcelona) completó el podio, justo por delante de su hermano, Aleix, y de Marc Márquez, que concluyó el quinto y con aparentes problemas para frenar su moto.
Joan Mir finalizó el sexto, delante de Alex Rins (séptimo), su compañero en Suzuki, y de Johann Zarco (octavo). El francés de la escudería Pramac adelantó a Fabio Quartararo (noveno), por velocidad, en la misma línea de meta.
Takaaki Nakagami cerró un top ten, del que se quedaron fuera Franco Morbidelli (undécimo) y Maverick Viñales (12º).
Pecco Bagnaia se llevó puesto a Jorge Martín justo en el ecuador de la prueba, en una maniobra un punto a la desesperada que confirma el trabajo que tiene por delante la marca italiana con su prototipo de este 2022. Menos, eso sí, que el que deberá llevar a cabo Yamaha para tratar de aumentar el músculo de su M1, el prototipo campeón del mundo que, en pocos meses, flojea por distintos frentes.