Aunque el Dakar en la categoría de motos pueda parecer una lucha entre KTM y Honda, un vistazo a la edición anterior nos recuerda que una Yamaha, la de Adrien Van Beveren, estuvo a punto de dar un susto a los dos gigantes de la carrera.
El francés lideraba la prueba cuando en la etapa 10, la que a la postre decidió buena parte del destino del Dakar 2018, sufrió una caída que le dejó fuera de carrera. El de Yamaha llevaba la ruta correcta en una jornada en la que la mitad de los favoritos fallaron en la navegación.
Van Beveren llegará al Dakar 2019 con el objetivo de terminar el trabajo que dejó a medias en la edición anterior, para la que se ha preparado a conciencia: «No puedo estar más feliz de cómo han ido las cosas en los últimos meses. Hemos tenido buenas semanas de entrenamiento con y sin la moto y siento que hemos dado un gran paso adelante de cara al Dakar. Físicamente me siento más fuerte este año y sólo me queda trabajar en algunos pequeños detalles antes de llegar a Perú», avisa.
El francés ha recibido de buena manera las caraterísticas del recorrido de este año: «Los organizadores anuncian más de un 90% de recorrido por dunas, me encanta la arena así que estoy muy cómodo con esto. Con una carrera más corta y más intensa que en el pasado, el nivel competitivo será muy alto. Son condiciones que le van muy bien a mi estilo, estoy deseando que empiece», asegura.
El equipo oficial de Yamaha lo compondrán, además del francés, su compatriota Xavier de Soultrait, el australiano Rodney Faggotter y el argentino Franco Caimi.