La primera jornada de acción en este Rally Dakar comenzó con la foto de familia en la orilla del Mar Rojo, con los favoritos hablando entre ellos, como Carlos Sainz y Nasser Al Attiyah, aunque tampoco faltaba Sébastien Loeb y el resto de la armada Audi, con Stéphane Peterhansel y Mattias Ekstrom.
Después de los protocolos, los pilotos se subieron a sus coches para afrontar los 13 kilómetros de la etapa Prólogo alrededor del vivac del Sea Camp, en un recorrido que estaba «hecho con una máquina» sobre un descampado, como indicó el español un día antes de ponerse a los mandos del RS Q e-tron E2. A partir de las 10:45 hora loca, el qatarí de Toyota y defensor de la corona tomó la salida, dejando una marca de 8:12 en el reloj, pero no le bastó para hacerse con el triunfo, puesto que su máximo rival, Sébastien Loeb, hizo maravillas con el Hunter T1+ del Bahrain Raid Xtreme para ser 11 segundos mejor.
Los vehículos iban llegando a cuentagotas una vez que pasaban por meta, y la expectación estaba en los Audi, quienes podían ser los candidatos en la primera jornada debido a las especificaciones del coche alemán, como indicaron los ingenieros del equipo. Pronto se demostró con lo que hizo ‘Monsieur Dakar’, que al completar el recorrido se colocó segundo momentáneamente, por delante de Nasser Al Attiyah, aunque aún a 10 segundos del nueve veces campeón del WRC.