La escudería Ferrari presentó este jueves su SF71H, el monoplaza con el cual intentará conquistar nuevamente la cima de la Fórmula 1 tras una década de sequía.
Como es su tradición, Ferrari dio a conocer el nombre de su nuevo auto recién en la presentación del mismo, la cual llevó a cabo en su sede de Maranello con la conducción del español Marc Gené.
El auto, que cuenta con el Halo que es obligatorio a partir de este año, lleva el tradicional rojo de la marca italiana y tiene menor presencia del blanco respecto a los antecesores del mismo.
Además, por primera vez desde 2009 el Ferrari de F1 no tiene el logo de Santander luego de que el banco español decidiera terminar sus acuerdos de patrocinio en el deporte motor.
“Cada vez que veo una nueva Ferrari el sentimiento que tengo es muy especial y esta vez lo es porque sé que cuando han construido este coche lo han hecho conscientes de una cosa, que estamos construyendo una Ferrari y eso nos hace estar orgullosos y representa un verdadero ejemplo de la excelencia italiana”, argumentó Maurizio Arrivabene.
“Iniciamos a partir del proyecto del pasado año. Manteniendo los puntos fuertes del coche del 2017, como el buen nivel de carga aerodinámica, ya que en pistas de alta y poca velocidad se comportaba bien. Además, el año pasado ya había conceptos agresivos y eso lo hemos querido mantener. Hemos querido mejorar en todas las áreas. También es un coche que en circuitos de alta velocidad tendrá buen rendimiento. Y hemos querido mejorar también en cuanto a fiabilidad porque tendremos menos motores. Por ello hemos tratado de aumentar la potencia al mismo tiempo que su durabilidad”, finalizó Mattia Binotto, Director técnico de la Scuderia
El objetivo para 2018 será cambiar esa situación y buscará darle pelea al equipo alemán desde la primera carrera hasta la última, manteniendo en su alineación de pilotos a Sebastian Vettel y a Kimi Raikkonen, quienes serán compañeros en Ferrari por cuarto año seguido.
La última vez que Ferrari obtuvo el campeonato de pilotos ocurrió en 2007, con Raikkonen, mientras que su última corona de constructores llegó un año más tarde.